Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó, la ley respetando, la virtud y honor.
(I)
¡Abajo cadenas! gritaba el señor, y el pobre en su choza libertad pidió. A este santo nombre tembló de pavor el vil egoísmo que otra vez triunfó.
(II)
Gritemos con brío: ¡Muera la opresión! Compatriotas fieles, la fuerza es la unión; y desde el Empíreo el Supremo Autor un sublime aliento al pueblo infundió.
(III)
Unida con lazos que el cielo formó, la América toda existe en Nación; y si el despotismo levanta la voz, seguid el ejemplo que Caracas dio.