Y aun sigo confiado esperando ingenuo en vano- -solo ver de blanco y gris suelos nevados de un santiago ya senil... Y un cuerpo errante huerfano a la vez de pasos y pasos pidiendo ir y volver Ya no existe el silencio ni el dolor Ya no existe el silencio ni el dolor
Somos hijos del fuego Ardiendo en el hielo Buscando y buscando en estos falsos cielos
Somos hijos del fuego y aun queda un anhelo empuñando mis manos en estos falsos cielos
Y aun siguen confiados en esos despoblados prados Y el calor interno estando ahí Y el calor eterno estando en mi Si el canto de lluvia es el canto de un pasado Y las pisadas en la arena quizas ya se han borrado Ya no existe el silencio ni el dolor Si existe lo eterno y mi pasion