Recortas y raptas todo el aire que cruza en frente de ti: el aire con el que uno supuestamente respire, el aire con el que uno debe inevitablemente vivir.
Y que putas puedo yo hacer: al verte caminar se me hunden los pulmones, mis piernas me traicionan, se congelan, me clavan al suelo y yo con mi cara de perro me quedo ahí. Atravesado por todos los vientos.