(Texto & musica, M. Wiehe: "Lindansaren". Texto español: Julio Numhauser)
Los sueños de mi infancia hoy vuelvo a recordar Veo aquel circo inmenso y sobre una cuerda andar Poder volar allá en lo alto, como una estrella celestial y sobre tonis y payasos en puntillas poder bailar
Llegó el sol, la primavera y el día más especial con banderas y fanfarrias entró el circo a la ciudad. Yo me senté en primera fila cuando la orquesta empezó, y la ansiedad tembló en mi cuerpo como fiebre de emoción.
Gocé de las proezas que el circo presentó, y mi alegría fué completa cuando el equilibrista entró El tambor llamó a silencio y la luz disminuyó tan sólo un haz muy fino su paso iluminó
Bailaba como en el aire sin fuerza de gravedad fué indescriptible, hermoso y entendimos que es verdad que las leyes son bulnerables que los lazos se pueden romper y que no hay nada en este mundo que un hombre no pueda hacer
Lo que ocurrió no me lo explico si fué algo que se soltó o la cuerda que cedía pero el tropezó y cayó Y mientras los gritos callaban y de terror temblaba yo en el aserrín quedó una estrella se apagó y murió.
La vida hay que vivirla aún cuando no se quiera así, mas nunca más he vuelto al circo y no volveré a ir Cuando se ha visto tan de cerca a una estrella así caer es muy dificil que en los sueños volvamos a creer.