Buen día, Benito, ¿te acordás de mí? Soy aquel que jugaba contigo en el jardín Te he buscado y rastreado obsesionado para verte ¡Qué suerte haberte encontrado al fin!
¿Te acordás ahora? Caías a casa a cualquier hora, te comías mis moras si sobraba las llevabas porque te obligaba una vividora y ni vos sabías si esa señora era tu madre o tu tutora
Sabes ¿quién soy? Ese al que le contaste el final de una peli de cowboys y soy el dueño del libro de Tolstoi al que le pegaste como tapa una Playboy. Me acuerdo como si fuera hoy
Y no está lejano el verano que me robaste el aeroplano Seguiste y te fuiste sin sutileza con mi gata siamesa, mi joystick, el cubo de Rubik y una pieza del Mecano
Buen día, Benito, te vine a visitar
¿Te acordás que te reíste de mi acné juvenil? Te creíste viril y me dijiste sarcástico: "Te rompo la cara, gil, y no te deja sano ni el cirujano más plástico de Beverly Hills".
Y lo hiciste, me la diste en la nariz, ¿ves esta cicatriz? fuiste vil, no me dieron 10 puntos, me dieron mil y ahora soy un símil de las lineas de Nazca, en el frío de Alaska o en el calor de Brasil.
Hacé memoria, me robaste la novia en preparatoria Yo la quería y vos te la llevaste a la cama con no sé qué historia y por escoria, te hice la cruz mientras me hacías la "v" de la victoria
No son teorías mías, vos fuiste el que tentó a mi hermano con esas porquerías Te sobró cobardía y te faltó decencia cuando lo viste temblando luchando con la abstinencia
Buen día, Benito, te vine a visitar
¿Te olvidaste que tu padre era el jefe del mío, y que por libre albedrío lo echó del trabajo aquel invierno tan frío? Me da escalofríos cuando ese lío rememoran porque ahí aprendí que los hombres también lloran
¿Y entonces? ¿Por qué esa vez llamaste al 911? Dijiste que no hable y me denunciaste a la policía Vos eras culpable, yo inocente y les dijiste que ese incidente era culpa mía
Pero hoy tengo con la justicia una cita, y no será en vano. Tanto recé para encontrarte a la virgencita y a San Cayetano que después de esta visita seguro, quedamos a mano
Buen día, Benito, te vine a visitar
Добрый день, Бенито, я пришёл навестить тебя.
Добрый день, Бенито, помнишь меня? Я тот, кто когда-то играл вместе с тобой во дворе. Я искал и выслеживал тебя, одержимый желанием встретиться. Какое счастье найти тебя наконец!
Ты вспоминаешь теперь? Ты являлся ко мне домой в любое время, ты сжирал мои сосиски, а если оставались, забирал их с собой, потому что тебя заставляла одна аферистка. И даже ты не знал, была ли эта сеньора твоей матерью или твоей воспитательницей.
Знаешь, кто я? Тот, кому ты рассказал конец одной киношки про ковбоев. И я хозяин той книги Толстого, к которой ты приклеил обложку от «Playboy». Я помню так хорошо, словно это было сегодня.
И не так уж далеко то лето, когда ты украл у меня самолётик. На этом ты не остановился, и в наглую спёр мою сиамскую кошку, мой джойстик, кубик Рубика и диск Мекано.
Добрый день, Бенито, я пришёл навестить тебя.
Ты помнишь, как смеялся над моими юношескими прыщами? Ты возомнил себя мужиком и сказал мне саркастически: «Я разобью тебе морду, дурень, и тебя не вылечит даже самый крутой пластический хирург Беверли-Хиллз».
И ты сделал это. Ты разбил мне нос. Видишь этот шрам? Ты потупил низко. Мне