Me despierto en el alba soñando no sé qué desayuno con lluvia y te recuerdo en el café.
Soñé tu figura lejos, esperando en los suburbios del olvido (Penélope) y me vi solo, zarpando en barcos de oro que llené con regalos para ti y luego vi que por celos el mar de mis tormentos se tragaba el barco y aquel loco que era yo, y todo naufragó.
Qué lejos tú, qué lejos yo, los escombros de mi vida se deslizan con la lluvia recordando a Penélope.
Me abandono a las olas, me escupen del mar. Han pasado los años, nadie sabe en dónde estás. Las calles desiertas por las noches y tu cara se dibuja en mi memoria los árboles se abrazan, como bosques de esqueletos en la lluvia, y mi sueño naufragó.
Qué lejos tú, qué lejos yo llueven lágrimas de menta y me emborracho de amargura olvidando a Penélope.
Qué lejos tú, qué lejos yo los escombros de mi vida se deslizan con la lluvia olvidando a Penélope. Me refugio en las tavernas y me vuelvo taciturno olvidando a Penélope Qué lejos tú, qué lejos yo lo que queda de mi vida lo malgasto en los lujurios recordando a Penélope lo que queda de mi vida lo malgasto en los lujurios recordando a Penélope recordando a Penélope.